Los paseos "de olla" al río Jenesano, que no se podrán volver a realizar. |
A pesar de la
violencia en todas las regiones de Colombia, más en unas que en otras, los
pueblos siguen siendo la cuna donde nacimos y en donde aún podemos disfrutar de
paz, amistad y amor por la familia.
Disfrutamos de su
naturaleza, de su ambiente, de su biodiversidad, toda diferente y cambiante
según la región de donde provengamos.
Disfrutamos de su
gastronomía, de sus ríos y fuentes de agua, de sus árboles y de sus animales.
Y nos encanta que sean
¡pueblos!
Río Jenesano, aún no contaminado. Foto de Jammes sistem. |
Pero a pesar de ser
pueblos, tenemos ya acceso a la tecnología y a la comunicación, a los
computadores, la INTERNET
y la telefonía celular, que nos acercan al resto del mundo, sin atontarnos ni congestionarnos.
¡Nos encanta! escuchar a nuestro respetado párroco, por los
parlantes de la iglesia avisando que “se perdió en el parque un llavero rojo
con las iniciales HC y tres llaves, dos grandes y una pequeña” y ruega a la
persona que lo haya encontrado que lo lleve a la casa cural.
El llavero siempre
aparece, para alegría de su dueño.
Viracacha. Amanecer en el campo. Foto de Willie Wonka. |
Aún nos despertamos
con el canto de los gallos y con el de las numerosas especies de aves que
todavía, libremente vuelan del guayacán al manzano o del mango al guayabo
o del endrino al guamo.
En el pueblo todos
nos conocemos, nos saludamos y nos ayudamos.
En el pueblo todos
festejamos en las fiestas religiosas, populares y patrias.
En el pueblo todos
lloramos cuando mueren los vecinos, los familiares o los amigos.
Nos alegra que nos
visiten y nos convertimos en los mejores y orgullosos guías de nuestro entorno
y atracciones naturales.
Jenesano. Sombrío. Foto de Alvaro Espinel. |
En el pueblo somos
felices con lo que tenemos y también somos infelices porque nuestros hijos,
muchas veces tienen que irse a las universidades y en busca de mejores
horizontes, pero nos consolamos porque sabemos que cada vez que puedan,
regresarán en busca de amor y de descanso.
Sin embargo, hay
quienes consideran que los pueblos deben acabarse y transformarse en congestionados
escenarios turísticos.
La infraestructura es
importante para los pueblos y sus habitantes sin acabar con su entorno natural
y las buenas costumbres.
Río Jenesano, antes que lo contaminaran. Foto de Alvaro Espinel. |
Los cambios radicales
ocasionados al planeta, las variaciones en el clima que tanto nos angustian en
la actualidad, la destrucción creciente de nuestros recursos naturales,
bosques, fuentes de agua, ríos, quebradas, lagos y lagunas; el cambio repentino
en las costumbres centenarias de los pueblos y de los sitios de concurrencia
habitual, trastornan la tranquilidad y la convivencia de sus habitantes.
Jenesano. Árbol de chocho. Foto de Alvaro Espinel. |
Por eso debemos
cuidar la elemental manera de vivir en nuestros pueblos, sus buenas costumbres,
su libertad, su paisaje y su medio
ambiente.
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