jueves, 6 de noviembre de 2014

LOS PIRATAS, EL PRÍNCIPE Y LA PLACA EN CARTAGENA DE INDIAS.



La  presente alcaldada en la histórica y bella ciudad de Cartagena de Indias que tanto molestó a algunos políticos y desocupados cartageneros y cometida, seguramente de buena fe, por los despistados consejeros municipales, nos hace reflexionar sobre los hechos históricos en donde los protagonistas fueron piratas y bucaneros que agobiaron a la ciudad con sus ataques, varias veces en diferentes años entre los Siglos XVI y XVIII; saquearon las  riquezas conseguidas por los españoles en suelo colombiano y arruinaron varias de sus edificaciones y fortificaciones coloniales, privadas, gubernamentales y religiosas. 

Soledad Acosta de Samper,   en la introducción de su libro “Los piratas en Cartagena”, publicado en 1886, cuenta que:
                                                                                                                             
                                                 
“La envidia, la emulación y el odio que el gran poderío de España en el nuevo mundo despertó entre las demás naciones europeas, se había traducido por medio de ataques y vías de hecho: cosa natural en un tiempo recién emancipado de la barbarie y que acababa de salir de la época de transición llamada de la Edad Media.

Aquellos ataques injustos contra España se pusieron en planta por ciertas asociaciones y compañías de piratas, corsarios, filibusteros, bucaneros y aventureros de diferentes naciones, y particularmente ingleses y franceses, los cuales, con el pretexto de auxiliar a sus gobiernos y reyes -casi continuamente en guerra contra España-, se dieron a robar los tesoros que llevaban de las colonias a la madre patria, cometiendo al mismo tiempo innumerables desafueros y cruelísimas acciones en los puertos hispanoamericanos, como podía temerse de malandrines sin Dios ni ley.


Establecidas aquellas asociaciones de piratas en varias islas de las Antillas, que habían logrado tomar por su cuenta, muy en breve se hicieron poderosos y temibles, y las expediciones que sus jefes enviaban contra la tierra firme causaban el espanto y el terror de los colonos, que jamás podían vivir tranquilos y seguros.
Señalaremos aquí muy de paso los nombres de las expediciones más importantes que atacaron las costas de los territorios que hoy forman la República de Colombia.


Jean Francois de la Roque, Señor de Reverbal.

Los primeros que arruinaron las recién fundadas poblaciones de Santa Marta y Cartagena, en 1544, pertenecían a la nación francesa, y los historiadores españoles llaman a su jefe Roberto Baal o Bahal. Tras éstos vinieron los tolerados y enviados por la reina Isabel de Inglaterra, al mando de los Hawkins, padre e hijo, los cuales arruinaron a Nombre de Dios y a Río de Hacha.

"Jean François de la Roque fue un noble francés que abrazó la piratería. Era señor de Roberval y los españoles lo llamaban Roberto Baal.
Tras participar en los viajes franceses de descubrimiento del Canadá irrumpió en el Caribe atacando y capturando Santa Marta.
En 1544 tomó Cartagena, donde recaudó un apreciable botín. Posteriormente aprehendió un mercante frente a Santiago de Cuba y fracasó en el intento de apoderarse de La Habana."

Francis Drake

Después Francisco Drake atacó a Santa Marta, Cartagena, Portobelo y Chagres, en 1586 y 1596.Guateral se apoderó de varios lugares en las cercanías de Portobelo, y lo saqueó; Francisco Lolois hizo otro tanto; pero después de haber robado muchas de las poblaciones del istmo, murió a manos de los indios del Darién.”

Pero es bueno reflexionar también, que otros males, esos sí españoles, como la inquisición y el tráfico de esclavos, reinaron en la ciudad de Cartagena en la época colonial.

Suplicando. Palacio de la Inquisición. Cartagena de Indias.

No es  posible cuantificar, el tesoro en oro y piedras preciosas que los españoles llevaron a las arcas reales y a las personales gracias al sudor y maltrato de los indígenas y esclavos afrodescendientes, antepasados de los colombianos asentados en el Palenque.

La actual trata de personas, la esclavitud sexual de niñas y niños  cartageneros y la permanente corrupción de algunos políticos, oprimen a todos los cartageneros y bolivarenses, sin duda alguna, mucho más que los piratas ingleses,  recordados en una placa, por los despistados funcionarios municipales.

Hernán Castro Rodríguez, Editor de Vemos y Escuchamos.


Dionisio Vélez, alcalde de Cartagena de Indias.



Notas y referencias: temascolombianos.blogspot.com, www.taringa.net, www.bibliotecanacional.gov.co, corsarisdenia.blogspot.com, archivo del blog,  www.elresplandorcaribe,com, Biblioteca virtual.

                                                                                                                                                       
                                                               

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