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Centenares de avales
se han repartido en el país por parte de los directores de los partidos y
grupos políticos para los aspirantes a concejales, diputados, alcaldes y
gobernadores.
Algunos con todas las
garantías de probidad y otros de dudosa ortografía pero que cuentan con el
beneplácito y la venia de los caciques regionales y municipales.
Y otros,
desgraciadamente respaldados por la corrupción y los grupos
Criminales de la
guerrilla, la extrema derecha y las bandas criminales que tienen asegurado el
voto por el susto de los indefensos ciudadanos campesinos y urbanos.
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Es decir, volvimos a
las andadas y el estado no asegura las garantías para que los colombianos
depositen el voto con plena libertad.
Sin embargo también
hay ciudadanos que no comen entero y solo votaran por los aspirantes que
comprueben su capacidad y honestidad para ocupar la curul de su aspiración.
Posiblemente la
abstención será mayor que en contiendas electorales anteriores, aunque el
abstenerse no soluciona nada y más bien empeora la situación del país que
anhela el éxito de las conversaciones de paz.
Nuevamente recurrimos
a la música y los versos del cantautor santandereano Oscar Humberto Gómez, para
ilustrar con alegría y sabiduría popular, nuestro comentario.
Hernán Castro
Rodríguez, Editor de Vemos y Escuchamos.
Notas y referencias: blogs.elespectador.com, www.ub.es, Biblioteca virtual.
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