sábado, 5 de enero de 2013

¡LA EPIDEMIA DE LAS MAYÚSCULAS INICIALES!

Jairo Cala Otero
El  profesor Jairo Cala Otero, nos enseña que "como una virosis, que cunde por doquier y termina mandando a cama a mucha gente ─no precisamente para procrear más gente─, se ha impuesto en nuestro país la costumbre de escribir todas las palabras de una oración gramatical con mayúsculas iniciales. Y como costumbre es, está creciendo como bola de nieve; ya ha alcanzado dimensiones asombrosas.

Asombrosas digo porque ante tamaña incorrección idiomática los legos alegan que así lo escribe fulano; o que en la empresa equis sus asesores publicitarios lo recomiendan; o que se trata de un nombre «instituido» por la organización zeta. Tales argumentaciones, en todos los casos, provienen de personas que viven llenas de pereza para investigar cómo funciona el idioma que todos los días emplean para comunicarse con los demás (y para comunicar algo a los demás, en el caso de los periodistas).

Es decir, los necios alegan razones diversas (sin razón, claro) para justificar la errónea manera de escribir titulares de prensa, rótulos, anuncios comerciales, entre otros. «Es que así se llama el evento», dicen por ejemplo para justificar la bárbara manera de escribir las denominaciones de un seminario, congreso, foro o asamblea de alguna institución. No porque otros escriban mal ha de seguirse su pésimo ejemplo. Sorprendente esa teoría. Sus promotores no se toman el cuidado de leer ningún documento que provenga de autoridad lingüística alguna lo cual los sacaría de su ignorancia supina, pero sí están prestos a contradecir, refutar y hasta controvertir aquello que ya es norma para el uso del idioma. 




A algunos periodistas no se les pueden pasar por alto estos exabruptos. Aunque se sigan enojando unos pocos (sin duda, los que cometen más barbaridades escribiendo y hablando), es preciso reiterar este tópico. Si trabajan con el idioma para comunicar sus informaciones, es inaudito que no lo sepan emplear. Cada día me convenzo más de que algunas universidades con Facultades de Comunicación y Periodismo están fallando en materia grave. ¿Cómo es que gradúan de periodistas y comunicadores sociales a personas que no saben escribir correctamente? 

Por ahora, he de seguir con el tema de las mayúsculas iniciales en todas las palabras de una oración. Como no pocas personas tienen la equivocada idea de que yo hago correcciones idiomáticas por el capricho de atormentarles su vida (!), o con la perversa intencionalidad de dejar sin sustento lo que escriben, valga transcribir lo que la Real Academia Española RAE, única rectora de nuestro idioma, respondió frente a una consulta que sobre este tema yo le elevara hace un tiempo a sus miembros radicados en Madrid, España.

Mi consulta decía: «Muchos publicistas, en Colombia, han puesto en uso una forma de escritura que a mí se me hace incorrecta y de pésima presentación estética: aplican mayúsculas iniciales en todas las palabras de una oración. Y alegan que, en algunos casos, se trata de un programa que así ha sido bautizado y que esta circunstancia convierte en relevantes todas las palabras allí usadas. Quiero saber si es eso correcto o no.

Ejemplos:

«El Programa Contra LPobreza DLos Menos Favorecidos».
«El Gobierno Anunció Que Combatirá LMiseria».
«Juegos Olímpicos SAbren Con Espectacular Ceremonia».
«Camioneros SMovilizarán Hacia Las Instalaciones Del Ministerio De Transporte». 

Nota: Los subrayados son míos para resaltar el esperpento gráfico. Las palabras iniciales en las oraciones del ejemplo no se subrayan porque todo comienzo de oración se escribe siempre con mayúscula. 



Sede de la Real Academia  Española en Madrid

La RAE respondió: 

«El uso de mayúsculas en todas las palabras de un titular de prensa es un anglicismo tipográfico; en español solo se escriben con mayúscula inicial aquellas palabras que se refieren a nombres propios. Así, debería escribirse: «El programa contra la pobreza de los menos favorecidos»; «Gobierno anunció que combatirá la miseria»; «Juegos Olímpicos se abren con espectacular ceremonia»; «Camioneros se movilizarán hacia las instalaciones del Ministerio de Transporte». 

No creo que haya contestación más clara y contundente. Y antes de culminar esta nota ha de saberse que un anglicismo es un giro propio de la Lengua inglesa. Como no somos ingleses, sino hispanohablantes, entonces usemos el español y sus normas.

Bueno fuese que el asunto no pasara inadvertido; que se escribiera con ajuste a la norma gramatical (que no inventé yo) para que no se siga deteriorando el español, y para que aquello que tales personas escriben no ofrezca una presentación horrible. ¡Porque el idioma también tiene estética!"

Fuente: Jairo Cala Otero, Bucaramanga, Santander, Colombia.
Hernán Castro Rodríguez, Editor de Vemos y Escuchamos.

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