Alocución del Presidente de
Casa de Nariño, Bogotá - 20
de noviembre de 2013
Foto: Andrés Piscov - SIG
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El siguiente es el texto de la alocución del Presidente de la República , Juan Manuel
Santos, en la cual anuncia su interés en ser candidato a la Presidencia para el
periodo 2014-2018:
"Colombianos:
Hoy quiero anunciarles que el próximo lunes 25 de noviembre,
como lo establece la ley, radicaré ante la Registraduría la
carta en la que protocolizo mi interés en ser candidato a la Presidencia de la República para el
periodo 2014-2018.
Lo hago porque estoy convencido de que hemos avanzado lo
suficiente y que –por fin– es posible llegar a ese futuro de prosperidad y de
paz que merecemos todos los colombianos.
Lo hago porque cuando se ve la luz al final del túnel, no se
da marcha atrás. ¡Y no vamos a hacerlo!
No podemos quedarnos en la mitad del camino.
Tenemos que TERMINAR LA TAREA que entre todos hemos comenzado.
El Presidente Juan Manuel
Santos lidera este miércoles la sesión del Consejo de Ministros en
Casa de Nariño, Bogotá - 20
de noviembre de 2013
Foto: César Carrión - SIG
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Ustedes me eligieron para crear empleo. Hemos cumplido.
Superamos la meta de crear más de 2 millones de puestos de
trabajo, más que cualquier otro país de América Latina.
Pero aún queda un número similar de desempleados, de
compatriotas que buscan trabajo y no lo encuentran.
¡Por ellos, por los que aún no tienen un trabajo digno,
tenemos que continuar PARA TERMINAR LA
TAREA !
Ustedes me eligieron para reducir la pobreza y la
desigualdad. Hemos cumplido.
Sacamos a millones de personas de la pobreza.
Por primera vez se comenzaron a cerrar las brechas entre los
que más tienen y los que menos tienen.
Gracias a esto, salimos de ese vergonzoso puesto de ser uno
de los países con mayor desigualdad y pobreza de la región.
Pero somos muy conscientes de que todavía uno de cada tres
colombianos es pobre, y uno de cada diez vive en la pobreza extrema.
¡Demasiados! ¡Inaceptable!
Y no son sólo estadísticas, no son solo cifras.
Son personas, son colombianos de carne y hueso que necesitan
que sigamos trabajando.
¡Por ellos –sobre todo por ellos, por los más pobres de
Colombia– tenemos que continuar PARA TERMINAR LA TAREA !
Ustedes me eligieron para fortalecer los resultados que
habíamos logrado en materia de seguridad.
Hemos cumplido. Hemos dado los golpes más contundentes en la
historia no solamente a las guerrillas sino a las bandas criminales.
Esa es la verdad.
Los homicidios, los secuestros y otros delitos siguen
bajando.
Pero sé que todavía falta mucho. El atraco, la extorsión y
el microtráfico se han convertido ahora en nuestra prioridad.
El crimen se transforma y nos exige perseverar para lograr
TOTAL SEGURIDAD.
¡Por eso tenemos que continuar PARA TERMINAR LA TAREA !
Ustedes me eligieron para mejorar la calidad de vida de
todos y cada uno de los colombianos. Hemos cumplido.
Estamos entregando viviendas gratis a los más necesitados.
Estamos llevando agua, luz y gas a millones de hogares por
primera vez.
Por fin todos los niños y jóvenes del grado cero al grado
once en los colegios públicos tienen educación totalmente gratuita.
Hoy hay más colombianos con acceso a la salud, con planes de
beneficios que incluyen más servicios, y comenzamos a bajar, por fin, el precio
de los medicamentos.
Destinamos más recursos que nunca para la construcción de
grandes autopistas, de las vías y la conectividad a internet que tanta falta le
hacían al país.
Ahora tenemos que continuar.
Tenemos que dar vivienda a muchos más colombianos que
todavía no tienen.
Tenemos que seguir mejorando la calidad de la educación de
nuestros hijos.
Tenemos que lograr una justicia pronta y cumplida para
todos.
Tenemos que asegurarnos de que esas carreteras y esas vías y
esas conexiones a internet, se ejecuten y se sigan entregando efectivamente a
los colombianos.
TENEMOS QUE CONTINUAR PARA TERMINAR LA TAREA.
He querido acertar, he cometido también errores –que
reconozco y asumo–, he tenido frustraciones.
Estoy lejos, muy lejos, de ser perfecto y mucho menos lo
pretendo.
Todavía nos quedan grandes desafíos, pero estoy convencido
de que la forma de enfrentarlos NO ES SOLO A SANGRE Y FUEGO.
Creo que los colombianos nos podemos poner de acuerdo sobre
cuál es el país que queremos.
Por eso dialogamos, por eso concertamos.
Hace siete años los colombianos dimos la oportunidad a mi
antecesor de consolidar unas políticas de seguridad que resultaron exitosas y
que hemos seguido fortaleciendo.
Porque las grandes transformaciones no se logran en poco
tiempo.
Hoy yo quiero esa misma oportunidad para consolidar la paz y
la prosperidad para el país.
Y sé que TODOS queremos la paz.
LOS COLOMBIANOS QUEREMOS LA PAZ.
Un presidente que rechace la opción de hacer la paz no solo
sería irresponsable sino que estaría violando el mandato de la Constitución y del
pueblo.
Optar por más años de violencia, por más víctimas, por más
dolor para miles de colombianos, es una alternativa inaceptable.
Ningún presidente en el futuro le debería decir a una madre
que sacrifique a su hijo por una guerra sin fin.
Porque los niños que hoy están naciendo deben ser –¡y van a
ser!– LA GENERACIÓN DE
LA PAZ.
Para mí era indignante que el Estado no reconociera a las
víctimas y les dijera simplemente "de malas".
Ya comenzamos a repararlas –llevamos más de 370 mil–, ya
comenzamos a devolverles sus tierras.
Pero nuestro mayor reto es que no haya más víctimas en
Colombia, y para eso necesitamos terminar el conflicto.
Yo esperaba que las negociaciones fueran más rápidas y que
lográramos un acuerdo al final de este año.
No ha sido así. Han tardado más. Pero lo cierto es que hay
progreso en las conversaciones y avances muy importantes.
Por primera vez hemos alcanzado acuerdos en materias de
fondo como el desarrollo rural y la participación política.
La guerrilla no solo ha aceptado discutir la
desmovilización, la integración a la sociedad y la dejación de las armas, sino
que ha aceptado acogerse a las reglas de la democracia.
Alocución del Presidente de
Casa de Nariño, Bogotá - 20
de noviembre de 2013
Foto: Andrés Piscov - SIG
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Mi deber como mandatario, mi obligación como colombiano, es
NO permitir que se pierda todo lo que hemos logrado en los esfuerzos de paz,
gracias –y no me cansaré de repetirlo– al valor de nuestra fuerza pública y al
apoyo de mis compatriotas.
La paz –sin duda alguna– es el bien supremo de cualquier
nación.
La paz debe estar por encima de rencillas y mezquindades
políticas. Debe unirnos en lugar de dividirnos.
Por eso convocaré a todos los sectores que apoyan la paz
–algunos incluso que no están de acuerdo conmigo– a que trabajemos juntos para
defender lo que se ha alcanzado y para llevar a buen puerto este proceso.
Porque la paz no será la paz de Juan Manuel Santos o de un
gobierno.
La paz será la paz de Colombia.
La paz de ustedes, con ustedes y para ustedes.
Y la paz –no hay que olvidarlo– es la mejor seguridad: ES LA SEGURIDAD DEFINITIVA.
Estoy convencido de que estamos frente a UNA GRAN
OPORTUNIDAD: lograr una Colombia en paz.
Una Colombia que deje atrás esas cadenas de violencia, de
pobreza, de desempleo, de injusticia, que nos han atado y nos han frenado
durante tanto tiempo.
Quiero continuar liderando las grandes transformaciones que
hemos puesto en marcha.
Quiero liderar una Colombia que pase del miedo a la
esperanza.
Del atraso a la modernidad.
De las divisiones a la unidad.
Una Colombia que piense en construir un FUTURO más que en
aferrarse al PASADO.
No quiero un país dividido.
Quiero un PAÍS UNIDO.
Quiero una COLOMBIA EN PAZ y CON PROSPERIDAD PARA TODOS.
Buenas noches.
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