Imagen de Nuestra Señora de Fátima en un pedestal de la Capilla de las Apariciones que marca el sitio exacto donde estaba la encina sobre la cual los tres pastorcitos dicen haber visto a la Bienaventurada Virgen María. |
La Virgen de Fátima (también
llamada Nuestra Señora de Fátima, Nuestra Señora del
Rosario de Fátima, o Nossa Senhora de Fátimaen
portugués) es una advocación con que se venera en el catolicismo a María, madre de Jesús. La misma se originó en
una serie deapariciones que tres niños
pastores, Lucía dos Santos, Jacinta y Francisco Marto afirmaron haber tenido en Fátima entre
el 13 de mayo y el13 de octubre de 1917, las que confirieron
fama mundial a esta advocación.
Adicionalmente, se atribuyó a los acontecimientos y
mensajes de Fátima componentes proféticos y escatológicos, en particular con
respecto a una posible guerra mundial, a la conversión de la Rusia soviética, y al intento de asesinato de
Juan Pablo II.
Considerado uno de los centros de peregrinación
popular más importantes del mundo, el santuario de Fátima edificado en el lugar
recibió 7,3 millones de peregrinos en el año 2011
Historia
Primer período: 1916
Tres niños pastores analfabetos, Lucía dos Santos, de diez años, y sus primos, Jacinta y Francisco Marto, de seis y nueve años respectivamente, señalaron
que, mientras pastoreaban sus ovejas en la primavera y el verano de 1916,
experimentaron una presencia angélica en tres ocasiones
distintas, en la cueva Loca do Cabeço Este «Ángel de paz»,
tal como ellos lo llamaron, les enseñaría a rezar oraciones específicas para
pedir la conversión de los pecadores, les introduciría en la práctica del
sacrificio cotidiano y del culto de adoración a Dios en la eucaristía. En su narración, los
niños manifestaron considerar todo esto como una preparación para las visitas de la Virgen María que, en sus propias
palabras, tuvieron lugar entre el 13 de mayo y el 13 de octubre de 1917.
Lucía dos Santos (izquierda de la fotografía), y sus primos, Francisco
Marto (centro) y Jacinta
Marto(derecha)
Foto de Joshua Benoliel (1917)
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El domingo 13 de mayo de 1917, los tres niños fueron
a pastorear sus ovejas como de costumbre, a un lugar conocido como Cova
da Iria, cerca de su pueblo natal de Fátima en Portugal. Lucía describió haber
visto, en una encina, a una mujer «más brillante
que el sol», vestida de blanco,
con un manto con bordes dorados y con un rosario en las manos, que les pidió que retornaran el
mismo día y a la misma hora durante cinco meses consecutivos, encomendándoles
el rezo del rosario. Francisco declaró no escuchar ni hablar con la Señora,
sino solo verla. Asombrados, corrieron
de regreso a su pueblo y lo dijeron a todos, pero muchos de sus
habitantes —incluyendo los padres de Lucía— no les dieron crédito. En cambio,
los padres de Jacinta y Francisco les creyeron y resguardaron en todo momento.
Los niños informaron más apariciones que tuvieron
lugar el día trece de los meses de junio y julio. Desde la segunda aparición en
junio, declararon que se les habría anunciado las prontas muertes de Jacinta y
Francisco, las que de hecho sucedieron en menos de tres años.
En razón de la
epidemia de gripe conocida como «gripe española» que asoló Europa, Jacinta y Francisco cayeron
enfermos en diciembre de 1918. Francisco nunca se recuperó y murió el 4 de
abril de 1919. Aunque Jacinta mejoró su estado de salud, sufrió luego una pleuritis
purulenta y fue
internada en el hospital de Villa Nova de Ourém en el verano de 1919.
Trasladada a Lisboa, murió el 20 de febrero de 1920.
En los mensajes que los niños transmitían, la
Virgen exhortaba al arrepentimiento, a la conversión y a la práctica de la
oración y la penitencia como camino de reparación por los pecados de la
Humanidad. Paulatinamente, los niños experimentaron una transformación
profunda, basada en la práctica de la oración y de ejercicios de piedad.
Como forma de
disciplinarse, los niños comenzaron a llevar cordones apretados alrededor de la
cintura y a realizar distintas obras de penitencia o mortificación.
Algunos de los mensajes transmitidos por los niños
presagiaban guerras y calamidades en el mundo. Según el relato de Lucía, el 13
de julio de 1917 en la Cueva de Iria-Fátima les fue confiado a los niños el
llamado «secreto de Fátima», dado a conocer en su
totalidad por la Santa Sede durante el
pontificado de Juan Pablo II.
Después del relato de
la tercera aparición que incluyó la revelación del «secreto de Fátima», los
niños fueron secuestrados por mandato del alcalde de Vila Nova de Ourém y
sometidos a castigos físicos con el objetivo de que revelaran el contenido de
ese mensaje.
En posteriores retornos los niños fueron seguidos
por miles de personas que se concentraban en el lugar. Entre las
recomendaciones, según los testimonios de los niños, la Virgen hizo hincapié en
la importancia del rezo del Rosario para la conversión de los pecadores y del
mundo entero. La Virgen también habría pedido la construcción de una capilla en
el lugar, capilla que fue el germen del actual santuario.
Fuente: WIKIPEDIA.
Hernán Castro Rodríguez, Editor de Vemos y Escuchamos.
Copia fotostática de la página 353 del semanario Ilustração Portugueza nº 610, del 29 de septiembre de 1917,
que presenta un artículo titulado: Carta a alguien que pide un
testimonio insospechado (Carta a alguem que pede um testemunho insuspeito),
ilustrado por fotografías de la multitud contemplando el llamado «milagro del
sol», el día 12 de septiembre de ese año.
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