miércoles, 13 de mayo de 2015

NUESTRA SEÑORA DE FATIMA. ADVOCACIÓN DE LA SANTÍSIMA VÍRGEN MARÍA, MADRE DE DIOS NUESTRO SEÑOR JESÚS.

Imagen de Nuestra Señora de Fátima en un pedestal de la Capilla de las Apariciones que marca el sitio exacto donde estaba la encina sobre la cual los tres pastorcitos dicen haber visto a la Bienaventurada Virgen María.

La Virgen de Fátima (también llamada Nuestra Señora de FátimaNuestra Señora del Rosario de Fátima, o Nossa Senhora de Fátimaen portugués) es una advocación con que se venera en el catolicismo a María, madre de Jesús. La misma se originó en una serie deapariciones que tres niños pastores, Lucía dos SantosJacinta y Francisco Marto afirmaron haber tenido en Fátima entre el 13 de mayo y el13 de octubre de 1917, las que confirieron fama mundial a esta advocación.
Adicionalmente, se atribuyó a los acontecimientos y mensajes de Fátima componentes proféticos y escatológicos, en particular con respecto a una posible guerra mundial, a la conversión de la Rusia soviética, y al intento de asesinato de Juan Pablo II.

Considerado uno de los centros de peregrinación popular más importantes del mundo, el santuario de Fátima edificado en el lugar recibió 7,3 millones de peregrinos en el año 2011
Historia
Primer período: 1916
Tres niños pastores analfabetos, Lucía dos Santos, de diez años, y sus primos, Jacinta y Francisco Marto, de seis y nueve años respectivamente, señalaron que, mientras pastoreaban sus ovejas en la primavera y el verano de 1916, experimentaron una presencia angélica en tres ocasiones distintas, en la cueva Loca do Cabeço Este «Ángel de paz», tal como ellos lo llamaron, les enseñaría a rezar oraciones específicas para pedir la conversión de los pecadores, les introduciría en la práctica del sacrificio cotidiano y del culto de adoración a Dios en la eucaristía. En su narración, los niños manifestaron considerar todo esto como una preparación para las visitas de la Virgen María que, en sus propias palabras, tuvieron lugar entre el 13 de mayo y el 13 de octubre de 1917.
Lucía dos Santos (izquierda de la fotografía), y sus primos, Francisco Marto (centro) y Jacinta Marto(derecha)
 Foto de Joshua Benoliel (1917)
El domingo 13 de mayo de 1917, los tres niños fueron a pastorear sus ovejas como de costumbre, a un lugar conocido como Cova da Iria, cerca de su pueblo natal de Fátima en Portugal. Lucía describió haber visto, en una encina, a una mujer «más brillante que el sol», vestida de blanco, con un manto con bordes dorados y con un rosario en las manos, que les pidió que retornaran el mismo día y a la misma hora durante cinco meses consecutivos, encomendándoles el rezo del rosario. Francisco declaró no escuchar ni hablar con la Señora, sino solo verla. Asombrados, corrieron de regreso a su pueblo y lo dijeron a todos, pero muchos de sus habitantes —incluyendo los padres de Lucía— no les dieron crédito. En cambio, los padres de Jacinta y Francisco les creyeron y resguardaron en todo momento.
Los niños informaron más apariciones que tuvieron lugar el día trece de los meses de junio y julio. Desde la segunda aparición en junio, declararon que se les habría anunciado las prontas muertes de Jacinta y Francisco, las que de hecho sucedieron en menos de tres años.
En razón de la epidemia de gripe conocida como «gripe española» que asoló Europa, Jacinta y Francisco cayeron enfermos en diciembre de 1918. Francisco nunca se recuperó y murió el 4 de abril de 1919. Aunque Jacinta mejoró su estado de salud, sufrió luego una pleuritis purulenta y fue internada en el hospital de Villa Nova de Ourém en el verano de 1919. Trasladada a Lisboa, murió el 20 de febrero de 1920.
En los mensajes que los niños transmitían, la Virgen exhortaba al arrepentimiento, a la conversión y a la práctica de la oración y la penitencia como camino de reparación por los pecados de la Humanidad. Paulatinamente, los niños experimentaron una transformación profunda, basada en la práctica de la oración y de ejercicios de piedad.
Como forma de disciplinarse, los niños comenzaron a llevar cordones apretados alrededor de la cintura y a realizar distintas obras de penitencia o mortificación.
Algunos de los mensajes transmitidos por los niños presagiaban guerras y calamidades en el mundo. Según el relato de Lucía, el 13 de julio de 1917 en la Cueva de Iria-Fátima les fue confiado a los niños el llamado «secreto de Fátima», dado a conocer en su totalidad por la Santa Sede durante el pontificado de Juan Pablo II.
Después del relato de la tercera aparición que incluyó la revelación del «secreto de Fátima», los niños fueron secuestrados por mandato del alcalde de Vila Nova de Ourém y sometidos a castigos físicos con el objetivo de que revelaran el contenido de ese mensaje.
En posteriores retornos los niños fueron seguidos por miles de personas que se concentraban en el lugar. Entre las recomendaciones, según los testimonios de los niños, la Virgen hizo hincapié en la importancia del rezo del Rosario para la conversión de los pecadores y del mundo entero. La Virgen también habría pedido la construcción de una capilla en el lugar, capilla que fue el germen del actual santuario.
La Capilla de las Apariciones (en Fátima).

Fuente: WIKIPEDIA.
Hernán Castro Rodríguez, Editor de Vemos y Escuchamos.


Copia fotostática de la página 353 del semanario Ilustração Portugueza nº 610, del 29 de septiembre de 1917, que presenta un artículo titulado: Carta a alguien que pide un testimonio insospechado (Carta a alguem que pede um testemunho insuspeito), ilustrado por fotografías de la multitud contemplando el llamado «milagro del sol», el día 12 de septiembre de ese año.

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