La Tierra. Foto Nasa. |
La nueva encíclica del Papa Francisco
Laudato Si’ (Alabado Seas) publicada
este jueves, va más allá de exponer algunos problemas actuales que afectan al
planeta e incluye un claro llamado a cambiar hábitos y tendencias negativas en
la vida de cada persona.
El
Pontífice propone cinco formas concretas para el cambio de vida. En el capítulo
sexto, el último del documento, señala que “ante todo la humanidad necesita
cambiar”.
Para el
Papa, “no todo está perdido” ya que los seres humanos “también pueden
sobreponerse, volver a optar por el bien y regenerarse, más allá de todos los
condicionamientos mentales y sociales que les impongan”. En definitiva, son
capaces de “iniciar caminos nuevos hacia la verdadera libertad”.
Papa Francisco. Foto: Daniel Ibáñez /
ACI Prensa
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Estas son
las cinco claves de cambio que propone en Laudato Si’:
1.- Ser
agradecido y practicar la gratuidad: El Papa pide que todo cristiano
reconozca el mundo (lo creado) “como un don recibido del amor del Padre”, algo
que implica “actitudes de renuncia y gestos generosos”.
Es
importante convencerse de que “menos es más” y que se debe crecer en la
sobriedad y en la capacidad de gozar con poco. “La sobriedad que se vive con
libertad y conciencia es liberadora” puesto que “quienes disfrutan más y viven
mejor cada momento son los que dejan de picotear aquí y allá, buscando siempre
lo que no tienen, y experimentan lo que es valorar cada persona y cada cosa,
aprenden a tomar contacto y saben gozar con lo más simple”.
Francisco
invita también a “dar gracias a Dios antes y después de las comidas” porque ese
momento “nos recuerda nuestra dependencia de Dios para la vida” y “fortalece
nuestro sentido de gratitud”.
2.- Educar
en los diversos ámbitos: El
Pontífice pide no educar sólo desde el punto de vista científico, con leyes y
normas como se ha hecho hasta ahora, sino ir más allá. Solicita realizar
“pequeñas acciones cotidianas” como “evitar el uso del material plástico y de
papel, reducir el consumo de agua, separar los residuos, cocinar sólo lo que
razonablemente se podrá comer, tratar con cuidado a los demás seres vivos,
utilizar transporte público o compartir un mismo vehículo entre varias
personas, plantar árboles, apagar las luces innecesarias”.
La
educación se puede desarrollar en la escuela, en los medios de comunicación, la catequesis y sobre
todo en la familia.
3.-
Destierro del consumismo compulsivo: Las personas que se dejan “apresar” por los
mercados, son sumergidas en la “vorágine” de las compras y los gastos
innecesarios. “El consumismo obsesivo es el reflejo subjetivo del paradigma
tecnoeconómico. Ocurre lo que ya señalaba Romano Guardini: el ser humano
‘acepta los objetos y las formas de vida, tal como le son impuestos por la
planificación y por los productos fabricados en serie y, después de todo, actúa
así con el sentimiento de que eso es lo racional y lo acertado’”.
“Tal
paradigma hace creer a todos que son libres mientras tengan una supuesta
libertad para consumir, cuando quienes en realidad poseen la libertad son los
que integran la minoría que detenta el poder económico y financiero”.
En esta
confusión, afirma Francisco, “la humanidad posmoderna no encontró una nueva
comprensión de sí misma que pueda orientarla, y esta falta de identidad se vive
con angustia. Tenemos demasiados medios para unos escasos y raquíticos fines”.
4.- Olvido
del egoísmo: El
Papa Francisco sostiene que la situación actual del mundo favorece distintas
formas de egoísmo. Así, las personas se vuelven autorreferenciales y se aíslan
en sí mismas. “Mientras más vacío está el corazón de la persona, más necesita
objetos para comprar, poseer y consumir”. Por tanto, pide “salir hacia el otro”
y superar el “individualismo”.
5.- Conversión
interior: El
Santo Padre recuerda la necesidad de ‘convertirse’, es decir, encontrarse
realmente con Jesucristo e iniciar una vida nueva. El cristiano, asegura, debe
vivir su vocación admirando la belleza de la obra de Dios y protegiéndola.
Así, el
Papa propone “una sana relación con lo creado” como parte de la “conversión
íntegra de la persona” y tomando de modelo a San Francisco de Asís. Esto
implica “reconocer los propios errores, pecados, vicios o negligencias, y
arrepentirse de corazón, cambiar desde dentro”.
Fuente: ACIPrensa.
Hernán Castro Rodríguez, Editor de Vemos y Escuchamos.
Papa Francisco. Foto: Bohumil Petrik
/ ACI Prensa.
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Oración
cristiana con la creación
Te
alabamos, Padre, con todas tus criaturas,
que salieron de tu mano poderosa.
Son tuyas,
y están llenas de tu presencia y de tu ternura.
Alabado seas.
que salieron de tu mano poderosa.
Son tuyas,
y están llenas de tu presencia y de tu ternura.
Alabado seas.
Hijo de
Dios, Jesús,
por ti fueron creadas todas las cosas.
Te formaste en el seno materno de María,
te hiciste parte de esta tierra,
y miraste este mundo con ojos humanos.
Hoy estás vivo en cada criatura
con tu gloria de resucitado.
Alabado seas.
por ti fueron creadas todas las cosas.
Te formaste en el seno materno de María,
te hiciste parte de esta tierra,
y miraste este mundo con ojos humanos.
Hoy estás vivo en cada criatura
con tu gloria de resucitado.
Alabado seas.
Espíritu
Santo, que con tu luz
orientas este mundo hacia el amor del Padre
y acompañas el gemido de la creación,
tú vives también en nuestros corazones
para impulsarnos al bien.
Alabado seas.
orientas este mundo hacia el amor del Padre
y acompañas el gemido de la creación,
tú vives también en nuestros corazones
para impulsarnos al bien.
Alabado seas.
Señor Uno
y Trino,
comunidad preciosa de amor infinito,
enséñanos a contemplarte
en la belleza del universo,
donde todo nos habla de ti.
Despierta nuestra alabanza y nuestra gratitud
por cada ser que has creado.
Danos la gracia de sentirnos íntimamente unidos
con todo lo que existe.
comunidad preciosa de amor infinito,
enséñanos a contemplarte
en la belleza del universo,
donde todo nos habla de ti.
Despierta nuestra alabanza y nuestra gratitud
por cada ser que has creado.
Danos la gracia de sentirnos íntimamente unidos
con todo lo que existe.
Dios de
amor,
muéstranos nuestro lugar en este mundo
como instrumentos de tu cariño
por todos los seres de esta tierra,
porque ninguno de ellos está olvidado ante ti.
Ilumina a los dueños del poder y del dinero
para que se guarden del pecado de la indiferencia,
amen el bien común, promuevan a los débiles,
y cuiden este mundo que habitamos.
Los pobres y la tierra están clamando:
Señor, tómanos a nosotros con tu poder y tu luz,
para proteger toda vida,
para preparar un futuro mejor,
para que venga tu Reino
de justicia, de paz, de amor y de hermosura.
Alabado seas.
Amén.
muéstranos nuestro lugar en este mundo
como instrumentos de tu cariño
por todos los seres de esta tierra,
porque ninguno de ellos está olvidado ante ti.
Ilumina a los dueños del poder y del dinero
para que se guarden del pecado de la indiferencia,
amen el bien común, promuevan a los débiles,
y cuiden este mundo que habitamos.
Los pobres y la tierra están clamando:
Señor, tómanos a nosotros con tu poder y tu luz,
para proteger toda vida,
para preparar un futuro mejor,
para que venga tu Reino
de justicia, de paz, de amor y de hermosura.
Alabado seas.
Amén.
Dado en
Roma, junto a San Pedro, el 24 de mayo, Solemnidad de Pentecostés, del año
2015, tercero de mi Pontificado.
Francisco
Notas y referencias: ACIprensa, blogs.lanacion.com.ar, Biblioteca virtual.
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