Los gravísimos
atentados perpetrados, según el gobierno, por las FARC en el Putumayo y Nariño,
ocasionando un irreparable daño ambiental y la voladura de torres que conducen
la energía eléctrica de alta tensión, que han dejado a oscuras a Buenaventura y
Tumaco y ahora al departamento del Caquetá, demuestran una vez más la vocación
de terroristas que motivan a las FARC, aliadas de los narcotraficantes, para
enriquecerse a toda costa, importándoles un comino los procesos de paz que
siempre ponen de fachada para convencer al mundo de sus “buenas intenciones” de
ofrecerle tranquilidad a todos los
colombianos.
Ya decíamos en otra
ocasión que con los bandidos y terroristas no se puede negociar porque ¡jamás!
van a cumplir con las obligaciones que firman o se comprometen.
A no ser, que sus
delegados en Cuba, que discuten el proceso de paz, son únicamente soldados de
la base guerrillera y no tienen ningún liderazgo ni son capitanes de los
guerrilleros que no los obedecen.
"Timoleón Jiménez, Timochenko" |
Su comandante
Timochenko entonces, no está dispuesto a firmar y cumplir un proceso de paz de
ninguna naturaleza con el gobierno de Colombia, a juzgar por los procederes
terroristas de los últimos días y por su silencio.
¿Y si no son las FARC
las que han causado tantos males a todos los colombianos recientemente?
Fuerzas oscuras. |
¿Si son fuerzas
oscuras las que producen esta clase de hechos terroristas para tirarse el proceso
de paz que el gobierno discute en la Habana?
Es indiscutible que
en una guerra hay muchos interesados en que la contienda siga para justificar
los gastos que su participación produce y de paso para llenarse los bolsillos con las
grandes sumas que se destinan para combatir.
¡Averígualo Vargas!
De todas maneras
sostenemos siempre que el que negocia con bandidos obtendrá al final sólo bandidaje.
Hernán Castro
Rodríguez, Editor de Vemos y Escuchamos.
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