El éxito de su periplo por Cuba, Washington (Base Andrews de la Fuerza Aérea) New York y Philadelphia en los Estados Unidos de América y su mensaje, principalmente en defensa de los más desfavorecidos, de la familia, de la justicia y la reconciliación, de la paz y la igualdad de todos los pueblos, sin élites que se interpongan en sus más caras y apremiantes necesidades; su mensaje sencillo, claro y terminante ante los pueblos del mundo representados en la Organización de las Naciones Unidas, ONU, abogando por los refugiados y los inmigrantes; repudiando y castigando la pederastia eclesiástica y en todas sus formas; la trata de personas y la esclavitud. La importancia de la familia como la semilla segura de una buena sociedad; su amor y dulzura reflejada en su sonrisa, la humildad de su actitud hacia los demás y la fuerza de sus enseñanzas para el buen proceder y vivir; la incontrovertible santidad de su persona y de su espíritu, sin duda lo hacen como el auténtico representante de San Pedro en la tierra y mensajero de los designios de Dios.
Hernán Castro Rodríguez, Editor de Vemos y Escuchamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario