martes, 12 de enero de 2016

LA CIUDAD DE HUNZA EN BOYACÁ, COLOMBIA Y EL PUEBLO HUNZA EN PAKISTÁN.

Tunja, Hunza, Castellana. Boyacá, Colombia.

Cuando los españoles fundaron a la ciudad de Tunja, el 6 de agosto de 1539, la ciudad se llamaba así desde hacía milenios. El cacique de los Muiscas, se llamaba Hunzahúa, razón por la cual, algunos comenzaron a llamarla la ciudad de Hunza o la ciudad de los Hunza.

La ciudad de Tunja o de Hunza, está situada en la cordillera central de los andes en Boyacá, Colombia, a 2.800 metros sobre el nivel del mar.

Muchachas Tunjanas. Jovencitas de  Hunza.

Curiosamente a miles de kilómetros de Tunja, de Hunza, Boyacá, Colombia, en Pakistán, al Sur de Asia, está la región de los Hunza.




"En Asia central, en el Himalaya occidental, en las cordilleras del Indu-Kust y Karakorum coincidente con el actual norte de Pakistán, existen dos pueblos aislados y de origen desconocido y remoto, sin relación étnica con los pueblos que les rodean…… los Hunza y los Kalash.
Son pueblos que viven en valles recónditos, en el lado opuesto de la vertiente China del Himalaya. Más hacia oriente y al sur de los Hunza y los Kalasha esta la India.
Muchacha Hunza, Pakistán.

En el valle del río Hunza, desde la ciudad de Gilgit se puede pasar a la ciudad de Chitral, en el valle del mismo nombre y hogar de los Kalash, por la ruta o paso de Shandur a 3.810 m. de altitud y a través del impresionante Indu-Kust.
Este camino es una pista con un recorrido mínimo de tres días y 450 km. utilizada únicamente por los locales, pero que bien pudo ser la ruta que utilizó Alejandro Magno hacia la India por ser la zona donde la naturaleza permite con más facilidad franquear los montes.
No hay mantenimiento, y cuando llegan las nieves el puerto de Shandur queda cerrado hasta el verano siguiente, quedando de esta forma los Kalash aislados hasta la primavera.
Gilgit, valle de los Hunza.
El paso está a 300 km. de la ciudad de Gilgit y hay que asegurarse que esta abierto antes de partir preguntando a los pastores, pues si se encuentra cerrado por la nieve son dos días de regreso y es posible quedarse bloqueado en tan inhóspito lugar a causa de las avalanchas de nieve, tierra y rocas.
En el valle de Hunza los árboles frutales albaricoqueros, que se plantan por doquier, consiguen un precioso color anaranjado mezclado con amarillos y marrones, aportando una nota de color original a un paisaje maravilloso en el que destacan las cumbres del Himalaya.
Albaricoque
De las semillas de albaricoque extraen un preciado aceite para cocinar y la carne de estos frutos se expone al riguroso clima para su consumo en seco.

Fuerte Baltit en Karimabad. Hunza, Pakistán.

Entre las cimas destaca el Ultar, con sus 7.388 m. o el gran Rakaposhi con 7.790m. El K2 (con sus 8.611 se yergue como el segundo más alto del planeta, después del Everest), el Masherbrum con 7.821 m. o el Hidden Peak con 8.068 m.

En el valle de Hunza, hay otra ciudad, Karimabad llamada también Baltit (50.000 habitantes), en la que existen dos grandes fuertes, Baltit y Altit residencia del Emirato de Hunza, son dos de los históricos vigilantes que los hombres, con permiso de la naturaleza, ya que son frecuentes los terremotos, colocaron hace siete siglos para controlar este valle.

La carretera Karakorum, en la cordillera del mismo nombre, une Pakistán con China, por el paso más alto del mundo, el paso de Khunjerab a 4.732 m. de altitud. Se construyó entre los dos países para facilitar el comercio en la antigua y mítica Ruta de la Seda. Se abrió públicamente en 1986 y fue entonces cuando el mundo empezó a conocer a esta gente; Hunzas y Kalash.

Las crónicas más antiguas afirman que en este apartado lugar, las tropas del ejército de Alejandro Magno, dejaron su huella genética.
Jovencita Hunza
Los Hunza creen ser descendientes de los soldados de Alejandro Magno que se quedaron en el lugar.
Cierto o no, es fácil toparse con rasgos mediterráneos y resulta sorprendente cruzarse por sus calles con miradas claras de ojos verdes y azules, o ver como algunas niñas se tapan con sus pañuelos largos mechones de pelo rubio. Y es fácil… muy fácil… mezclar la historia con la leyenda, es un lugar que durante siglos ha estado aislado de influencias externas.

Anciano Hunza, Pakistán.
Sobre los techos de las casas las mujeres ponen a secar las hierbas, frutos y verduras que les servirán en invierno para alimentarse. Dicen que las aguas del río Hunza, directamente recibida de los picos nevados y muy ricas en minerales, guardan el secreto de la longevidad de la que tanto presumen los hunzakis. 

Son Ismaelitas, secta musulmana herética, fundada en el año 863. Esta religión agrega a su doctrina un 7º profeta (imán) llamado Ismail, hijo de Dschafer señor del tiempo y las edades. Son considerados renegados por los musulmanes pero mantienen su postura Ismaelita pese a las adversidades. Son seguidores hoy en día de su líder espiritual Karim Agha khan IV que tiene su residencia en la India.
Planta de Ruda medicinal

Los chamanes Hunza inhalan el humo de las semillas de la planta “ruda siria” (paganum harmala), de efectos narcóticos, para comunicarse con sus espíritus.
Las mujeres Hunza mantienen una postura más liberal que la tradicional musulmana y se les permite elaborar un licor ancestral que se consume sin prejuicios (licor de Hunza), ya que en el resto de Pakistán el consumo de alcohol esta prohibido.


Mujeres Hunza, Pakistán.
A estas mujeres también se les permite tener más relaciones sociales y no celebrar el Ramadán.
En estos lugares animales como el ibex, con sus largos cuernos, están asociados a rituales de caza y son símbolos de fertilidad y abundancia.
En las colinas de los alrededores los yaks consiguen mantener el tipo sobre las deslizantes faldas montañosas a pesar de sus voluminosos y torpes cuerpos.
Estas gentes hablan un idioma muy antiguo y aislado al que algunos comparan con algunas lenguas Caucásicas y con el Euskara.


Niños Hunza
La lengua de los Hunza es el Burushaski aunque se hablan otras lenguas como el Wakhi, el Shinha y el Domaski, ésta última en peligro de extinción, ya que los jóvenes practican más el Burushaski.
El intento de comparar estas lenguas resulta muy complicado ya que habría que retrotraerse más de 10.000 años atrás e incluso a época de Cromagñones.
En Hunza la educación es una prioridad, al contrario que en Pakistán, y las escuelas están repletas de niños. A menudo tienen que dar clases en el exterior, sin más muros que las montañas, Los árboles son los pilares y el cielo por techo." (FernandoV, 14 de Octubre del 2005)

Fuente: Wikipedia, FernandoV, Biblioteca virtual.


Hernán Castro Rodríguez, Editor de Vemos y Escuchamos.



Mujer Hunza

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