miércoles, 7 de agosto de 2013

SE CONMEMORA HOY LOS 194 AÑOS DE LA BATALLA DEL PUENTE DE BOYACÁ Y EL DÍA DEL EJÉRCITO COLOMBIANO.

Batalla de Boyacá. Tríptico al óleo de Andrés de Santa María. 1926. Casa de Nariño, Bogotá.

En acto especial que tendrá lugar en el Puente de Boyacá a partir de las 10:00 a.m., presidido por el Señor Presidente de la República, Dr.Juan Manuel Santos Calderón, con parada militar y acto académico, se conmemora hoy los 194 años de la Batalla de Boyacá y del Ejército Colombiano.

Asistirán los Comandantes de las Fuerzas Militares, de la Policía Nacional, las autoridades civiles y eclesiásticas nacionales, de la región, representantes de los medios de comunicación  y la ciudadanía en general.


LÍNEA DE MANDO DEL EJÉRCITO COLOMBIANO


Dr. Juan Manuel Santos Calderón,  Presidente de Colombia.


Dr. Juan Carlos Pinzón Bueno, Ministro de la Defensa Nacional.


General Alejandro Navas Ramos, Comandante General de las Fuerzas Militares.




General Sergio Mantilla Sanmiguel, Comandante del Ejército.



BATALLA DE BOYACÁ Y DÍA DEL EJÉRCITO DE LA REPÚBLICA DE COLOMBIA

El Señor Mayor General, en retiro, José Roberto Ibáñez Sánchez, Presidente de la Academia Colombiana de Historia Militar en apartes de su crónica histórica dice:


"En conmemoración de la Batalla de Boyacá, el Ejército Nacional celebra su efeméride el 7 de Agosto, fecha escogida del calendario heroico nacional, como quiera que en esta batalla nació la República de Colombia, tal como la tenemos hoy, independiente, democrática y soberana."




"A las dos de la tarde se inició la batalla en la casa de Teja, cerca al puente de Boyacá. Cuál no sería la sorpresa del jefe de la vanguardia realista cuando apareció súbitamente la vanguardia patriota y detrás todo el Ejército desplegado y en formación de combate, mientras Barreiro, que marchaba en la retaguardia, al escuchar los disparos en su vanguardia, aceleró el movimiento, y fue cortado su avance por el grueso y la retaguardia patriota.

Así, desde el comienzo de la acción, el dispositivo español quedó partido y organizadas dos áreas de combate: la de las dos vanguardias a uno y otro lado del río, pugnando por el control del puente, y la del resto de los dos ejércitos, al norte sobre el pequeño valle inclinado. Con este dispositivo se sostuvo el combate por algún tiempo. Bolívar dirigió la acción desde una piedra grande ubicada en un montículo, a un lado del camino a Tunja.

En tales circunstancias, la infantería española se defendió por algún tiempo de la patriota, hasta cuando un escuadrón de caballería llanera de retaguardia cargó sobre el escuadrón de Dragones de Granada, integrado por españoles, que quedaron a poca distancia. Fue en estas circunstancias cuando el precedente de la batalla del Pantano de Vargas pesó sobre el espíritu de la caballería realista, que sin esperar el choque volvió caras y emprendió la fuga. Su desbandada obviamente contagió a la infantería, sin que pudiera ser contenida por los oficiales españoles.


Y mientras esto ocurría sobre la zona norte del campo de batalla, la resistencia sobre el puente duró hasta cuando varios jinetes de la vanguardia, a órdenes del capitán Durán, guiados por prácticos de la región, descubrieron un vado y se ubicaron al sur de la vanguardia realista. Al observar tal movimiento, Santander ordenó la carga sobre el puente y los españoles, creyéndose envueltos, se desmoralizaron, desorganizaron y empezaron a dispersarse.

De esta forma, todos los cuerpos realistas se entregaron, hasta quedar prisionero casi todo el Ejército. De esta actividad se ocuparon las milicias de Tunja y del Socorro. Sucedió que el coronel Barreiro huyó en busca del camino de Santa Fe y logró esconderse, pero fue capturado por los soldados Pedro Pascacio Martínez y el negro José, que lo condujeron ante el Libertador.

Con Barreiro fueron capturados gran parte de los comandantes, oficiales superiores y subalternos, más de mil seiscientos suboficiales y tropas, todo su armamento, municiones, artillería y caballería. Solamente dos grupos realistas lograron huir a caballo del campo de batalla. El más numeroso, cerca de dos centenares de jinetes, por el escabroso y selvático sendero al río Magdalena; el más pequeño hacia Santafé, para llevar la noticia del desastre. El Ejército Libertador apenas tuvo trece muertos y cincuenta y tres heridos.

El virrey Sámano, sin pensar en otra cosa que escapar acompañado de sus sirvientes y uno que otro español que se enteró oportunamente de la derrota, salió de Santa Fe en la madrugada del 9  de agosto hacia Honda, con rumbo a Cartagena.

Así, a la destrucción militar de la tercera división, se sumó el abandono del poder político de España del Virreinato de la Nueva Granada, el cual, a partir de la ocupación de su capital por el Ejército Libertador, se erigió en fundamental base de operaciones para liberar el continente suramericano, de la mano firme del general Santander que además perfiló el Estado de Derecho, que luego se sustentaría jurídicamente en la Constitución de Cúcuta de 1821."

Fuente: Presidencia de la República, Ejército Nacional  y Revista de la Academia Colombiana de Historia Militar.
Hernán Castro Rodríguez, Editor de Vemos y Escuchamos.

Entrega del General Barreiro al General Bolívar, por el soldado Pedro Pascasio Martínez, de Belén, Boyacá.

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