viernes, 25 de octubre de 2013

LAS PIÑAS DE LEBRIJA, SANTANDER Y DE FLORENCIA, CAQUETÁ.

Piña de Lebrija, Santander.


Recuerdo muy bien, cómo hace algunos años, cuando uno viajaba hacia la ciudad de Bucaramanga, sobre la vía, en jurisdicción del municipio de San Gil, había un estadero, el de “el negro Avila” que no era negro y siendo boyacense, era santandereano de adopción y amaba entrañablemente a su tierra adoptiva; el caso es que vendía piña lebrijense, cortada en rodajas y como todas las piñas santandereanas, muy dulce y deliciosa y las colocaba en una mesa en la puerta de su negocio en donde también ofrecía diferentes viandas, según la hora, todas agradables, con ricas recetas del lugar.

¡Todos se detenían a saborear y refrescarse con las deliciosas piñas!


Piñas Florencianas y Albaneses del Caquetá.

 No hace mucho, un pariente que vive en la ciudad de Florencia, Caquetá, ubicada en la zona de piedemonte entre la Cordillera Oriental y la Amazonia, en la margen derecha del río Hacha, lo cual le da una posición privilegiada ambientalmente al ser el enlace entre la Región Andina y la Región Amazónica, me envió unas deliciosas piñas cultivadas en el municipio de Albania  y en el sector rural de Sebastopol en jurisdicción del municipio de Florencia.

¡Todas las piñas cultivadas en Colombia, son especialmente ricas!


Piña Ecuatoriana, vendida en Ramiriquí, Boyacá.


Por eso no salimos aún del asombro, cuando en el mercado casero de frutas, comprado ayer en Ramiriquí, venían dos piñas ¡Ecuatorianas!






Ramiriquí, ubicado en el Departamento de Boyacá, vecino con Santander, léjos, muy léjos del Sur del país y de la frontera con el Ecuador, está siendo inundada por las piñas ecuatorianas, que ¡jamás! se pueden comparar en calidad y sabor  con nuestras piñas florentinas, albaneses  y lebrijenses.

Seguro que tampoco tienen un control sanitario y no sabemos si entran al país de contrabando o quien sabe con qué permiso.

Desgraciadamente es larga la lista de productos importados o de contrabando que perjudican a los productores colombianos, como los del arroz, del maíz, de la papa y ahora de la piña, ante la indiferencia y el descuido del ministerio de agricultura, tan cuestionado en el presente, las secretarías de agricultura departamentales y municipales, las autoridades competentes como la DIAN, CORPOICA y las de la Policía nacional.


Piña cultivada en Lebrija, Santander.


¡Nunca, las piñas colombianas, controladas sanitariamente y cultivadas con esfuerzo y amor por nuestros campesinos albaneses, florencianos y lebrijenses,  podrán ser igualadas por las insulsas piñas ecuatorianas!


Hernán Castro Rodríguez, Editor de Vemos y Escuchamos.

 
Lebrija, Santander, Colombia.



Notas y referencias: colombia-nu, santaferias.blogspot.com, diego-sitiosturisticosdelebrija.blogspot.com, www.lebrija-santander.gov.co, piano-piano-sinarriva-lontano.blogspot.com, www.ellider.com, co, Biblioteca virtual.


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